jueves, 28 de junio de 2012

HUELLAS DE CAFÉ EN EL JARDÍN



HUELLAS DE CAFÉ EN EL JARDÍN
Minicuentos para saborear.



Las ideas  son hijas de otras ideas y en nuestra nueva edición de las libretas libro una vez más, queda demostrada esta sentencia.

2008:

El consorcio LA LUPE  es uno de los treinta ganadores de la convocatoria: Bogotá, un libro abierto, en el marco de Bogotá Capital mundial del libro, con el  proyecto: “Laboratorio  editorial, futuras escritoras”. Entre más de  200 propuestas, 24 jóvenes creadoras Bogotanas  fueron las elegidas  para participar. 

Comprometidas,  asistieron a las sesiones del laboratorio para compartir sus ideas. Como resultado del proceso se editó  el libro: YO SOY ESCRITORA de distribución gratuita, que reúne  24 cuentos con distintas voces e intensidades.  Producto, que en palabras  de Catalina Vargas, una de su coordinadoras: paradójicamente,  más que un punto de llegada, fue  un punto de partida.  




Y tenía razón. Como es de esperarse, de  algunos encuentros de este tipo no sólo queda la producción de textos, sino la camaradería  que nace al compartir el gusto  y la responsabilidad frente a la creación literaria por parte de sus asistentes.

¿Qué entre mujeres sólo se  tejen sentimientos de envidia? ¿Competencia desleal? ¿Qué las unas a las otras sólo podemos generar relaciones  superficiales de desconfianza? Quizás las encuestas tengan en parte razón, pero  generalizar no es algo recomendable. En el mundo existe la diferencia y aunque en minorías (como está demostrado)  todo concepto  siempre tiene un punto de oposición. Así que mientras algunas mujeres ponen de su parte para seguir alimentando  esta idea (Idea  que cada vez más fortalece  un  colectivo social pasado de moda), otras de manera desprevenida, llevadas por sus pasiones, se reúnen  para formar colectivos productivos y creativos. Este será siempre el tipo de  encuentros que nos competen, pues en cambio de destruir, construyen.




El taller término con éxito, el libro se imprimió.  Pero la creación  continuó y los encuentros se siguieron dando. Motivadas por los resultados de la experiencia y tratando de mantener un espacio donde compartir sus creaciones, buscando siempre aportarse desde  la escritura y para ella, ocho de veinticuatro de las integrantes al laboratorio decidieron continuar.  

Es  así como  coincido con ellas en el café - arte “la lupita”. Cuyo nombre nace precisamente en honor al colectivo y que en los últimos días, sirve como escenario para sus encuentros de creación y critica. ¿Por qué Lupitas? No existe ninguna relación con la cantante ni mucho menos con la virgen. Simplemente “Lupitas” para ser una extensión simbólica del proyecto que las unió: el  consorcio LA LUPE.




Diciembre de 2011:

Por invitación de una de las chicas del grupo, asisto a la inauguración de un café en la calle setenta con carrera once. Primera impresión: Un jardín con un árbol de ¿limones o  brevas?  Jaulas  con pájaros fantasmas  y un cielo despejado expuesto a  los cambios rabiosos o amables del clima de Bogotá. Reacción: Me enamoro por completo del espacio. Conozco a las demás chicas del colectivo, de quienes tenía referencia  por sus textos en la publicación  y por tímidos comentarios de mi amiga y también integrante, Sonia Ramón.

Conclusión: El abrazo inesperado y caluroso de un  jardín extraño, el nacimiento de un nuevo espacio abierto al  arte, mujeres creativas, comprometidas con la responsabilidad y el abismo que ofrece la escritura. Todo estaba dispuesto. ¿Cómo negarse entonces a plasmar  sus ideas en una de las libretas libro? Entonces nace: “Huellas de café en el jardín” una antología de minicuentos, algunos vestidos de versos,  producto de la creación y el trabajo  de este colectivo, exclusivamente para nuestro sello.




El lector encontrará  en esta libreta libro dos opciones de portada, cada una con ocho minicuentos que ocultan ocho rostros de mujer, seguidos de cien hojas en blanco que buscan incitarlo a escribir sus propias historias de café, en un café, con el café, tomando café, pensando en café o en lo que le venga a la pluma y bien lo quiera dejar al cuidado de una libreta, un objeto que a final de cuentas, se convierte en algo tan personal, como nuestros  propios y más secretos deseos.




Desde  ahora, quienes  quieran acercarse al trabajo de las “lupitas”  podrán buscar su libreta libro en el café – arte  La Lupita / Calle 70 No. 10 A – 25   para emprender un viaje  por líneas  llenas de café  y sobretodo mucho instinto y misterio de mujer.


En esta edición de las libreta libro  quedan las huellas de las lupitas en un fragmento de sus vidas, ideas que fueron producto de otras ideas y que aterrizaron en esta ocasión, en un jardín de la calle setenta en Bogotá.




Que sea un motivo para  invitarlos (a) a crear colectivos, grupos, encuentros que le aporten a la ciudad, al país, a la humanidad desde el arte. Además de servir de abrebocas para los próximos títulos de Piedra de Toque que este año,  vienen cargados  de la fuerza y la música de las nuevas voces femeninas.


Diana Carolina Daza Astudillo
Directora Piedra de Toque - Poesía Ambulante.






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