sábado, 29 de diciembre de 2012

LÁPICES CON PUNTA DE FLECHA Y VERBOS AFILADOS ( ANTOLOGÍA DE POESÍA LUIS ALEJANDRO GALVIS)






Para esta edición  2012 de nuestras libretas libros quisimos recordar parte de la obra de nuestro amigo Luis Alejandro Glavis.  A manera de homenaje los invitamos a leer a Alejandro en LÁPICES CON PUNTA DE FLECHA Y VERBOS AFILADOS que reúne algunos de sus textos de VIENTO PERDIDO, TERRITORIOS DEL SUR Y TELEGRAFÍAS ( INÉDITOS).

Para él nuestro  abrazo de lluvia eterna.




LUIS ALEJANDRO GALVIS

Suaita (Santander- Colombia) 1978 – 2004.

Estudió Administración Cultural en la Universidad Católica de Chile.  Su trabajo ha sido difundido en revistas de Colombia, Argentina y Chile. Fue invitado a leer sus textos en el Cabaret Voltaire” Buenos Aires – Argentina y en el VII ESPERGESIA Encuentro Latinoamericano de Jóvenes Poetas, Bogotá-Colombia. Participó como  corresponsal en Chile de la Revista Taller de la Hoja. Publicó el poemario “Territorios del sur” (Bogotá – Colombia, 2003) en FUNCRETA EDICIONES y “El Viento Perdido” publicado en Chile en 2004 con ediciones del Jinete.














DE:  EL VIENTO PERDIDO



VIEJOS AMIGOS

Mi cabecera  es  la cola  de un viejo diablo
Desnudo  y sin deudos
Llegó  a mi noche el miércoles  ventidos
Alguien le dijo de mis predicciones
Y ha venido a ver si yo puedo
Conjurar sus desgracias
Desgracias que nos unen
Pues fui yo quien amo su rosa predilecta
Y me  preocupa que haya reconocido el olor
De un sueño húmedo que tuve la otra noche
Fantasías de jardinero
Y las ganas de una mariposa
por sentir hasta la  nausea
Todo en mutuo silencio
De este modo el infeliz anda distraído y ausente
Preocupado por el tiempo que pasa
Y el no poder hallar en la tierra
 como en el  infierno
A su penitente más seguro.







DECADA 

En  el  cruce de caminos 
La hierba guía la montaña 
La flor persigue el viento. 







CARTA  ARGENTINA

Agobiados como estamos
Quebrando los últimos huesos
Con el sexo por  inventar
Vamos caminando  desierto en su invierno
Hacia el primer valle cruzando la cordillera
Donde los ojos de la gitana perdieron el  rumbo
Aunque sólo daba pasos cortos
Estrella caída  que no hará parte de la cúpula
Viviendo esta noche hasta el último grito
Desilusionando cóndores
Vergüenza  en fuga
Amante
Buscando refugio
en la casa de los Ramírez Prada
En este año del cuerpo
Sólo queda celebrar
Servirnos de nuestra perpetuidad
Para alimentar  las bocas.






LOS DADOS 

Si  puta 
Si maestra
Si palabra 
Si monja 
Si  compañera 
Si  vecina 
Aun nos quedan  alternativas 
Para un encuentro más. 













DE: TERRITORIOS DEL SUR 





CATEDRAL

De un salto
La gata evita el engaño
Embruja al hombre.







CANDELABRO 

Confieso 
Señor de grafito 
Altar de hojas apiladas 
Repitiendo, agotando la espalda, 
Escudo que simboliza el ataque 
Mendiga la centava 
Caridad de prostitutas esperando 
Ser condenadas por tanta figura 
Sin desarrollar 
Defiendo mi derecho 
A este cuarto de incendios y gritos…
Yo te confieso
Mi amor por esta menor 
Espejo empañándose 
Cada vez que me aseguro 
De la imagen 
Declaro este silabario.
Ah! No lo entendió…! 
Entonces no habrá modo 
De negarlo. 












DE: TELEGRAFÍAS ( INÉDITOS) 




A Nancy Prada 
y Rodolfo Ramírez. 


Nos quedan las  historias 
Que puedan sobrevivir 
A fragilidades jóvenes 
Como la espuma de estas cervezas 
Presumo más caos en esa primera cita 
Y de producirse la disolución posterior 
Al primer abrazo 
Eso es asunto de dioses o de enemigos 
Nuestras guerras no dejaron tantos muertos 
Eso es verdad 
Pero no hubo cicatrices más largas 
Que las causadas por  flechas lanzadas 
En ese tiempo. 









En el arte del juego como en el beso
Todo se presume permitido 
Cuerpos conocidos y angustiados
Por seguir los movimientos de lo acordado 
Olores y falsos mensajes 
Marcando la derrota.    










Tengo tantas deudas 
Y ya el fiador de la calle quince murió 
Me perdonaste los quinientos que pensé no pagarte 
Hasta el último día de tu ira 
Estoy en deuda con  todas las mujeres de Chile 
A quienes  no les acaricie sus lindos culos 
Pero es que había que hablarles 
En la lengua de las aves y el tiburón 
Me llego la cuenta de los niños 
A quienes prometí lápices con punta de flecha 
Y verbos afilados 
Es cinco del mes 
Y no quiero abrirle la puerta a nadie 
Todos son una sola y agobiante casera. 






Estas son cosas de mi casa 
Que se visten de un nuevo olor 
Quizás yo las vuelva aburridas 
Las vuelva cambiables 
Ignorarles 
Pero antes que nada se volverán 
Muebles inmortales 
Eso es por el aire envolviendo su madera 
Y la capa de saliva seca
Y el uso recurrente de objetos 
que no termino de pagar nunca  
somos los que no deben preocuparse por el tiempo 
más bien por no dejar de lamer las paredes 
 de este departamento. 









LINKS  MATERIAL CON LA OBRA DE ALEJANDRO.

http://literamus.blogspot.com/2009/07/paula-andrea-altafulla-dorado-proximo.html
http://www.zapatosrojos.com.ar/Biblioteca/luis%20alejandro%20galvis.htm










martes, 20 de noviembre de 2012






De todo nuestro soleado mundo
sólo deseo una silla en el jardín
donde un gato toma el sol...

En ella me sentaría
con una carta en el regazo,
una sola carta, breve carta
Así es mi sueño....

Edith Sodergran.





ESPITOLARIO DESDE LA PECERA

Soy un pez
Habitando la pecera de la imaginación
Con el tiempo aprendí a curar mis heridas
Con la sal de la cotidianidad
No conozco el mar
Las corrientes más cercanas que combato
Son los golpes de las palabras
Cuando se agitan entre las  páginas
Las que leo
Las que escribo
Y pinto con mis colores.

Estas cortas  aletas
Han sido suficientes  para alcanzar
Eso que llaman
felicidad
y lo que no han podido  abrazar
lo han hecho mis  grandes ojos
que sin verlo todo
lo han disfrutado todo
la vida
estrecha
o ancha
me ha permitido sorprenderme
Sacudirme
Perder y recuperar el aire.

Soy un pez
Habitando la pecera de la imaginación
Al que hoy le ha dado por escribirle cartas  
A los peces que libres descansan en la eternidad
Ese mar que tanto sueño visitar 
No necesitar  más este pequeño cuerpo
Para viajar
No hacerme más preguntas
Dejar que el recuerdo de quienes amé
Y me amaron   
Floten sobre  las horas que ya no visitaré.

Quizás algún día
Algún extraño
Crea verme navegar  por las páginas de un libro
Y entonces quiera dirigirme una carta.











Debora:
La sinceridad de un encuentro
No  surge cuando se busca,
si no cuando le  corresponde.

Podemos pasar una y otra vez
por la misma esquina,
sin prestarle atención al ciego que pide monedas
y que es dueño del  secreto que nos cambiará la vida.

Recorriste los andenes de mis calles favoritas
Asistiendo  el caos de mis pensamientos
Esas guerras entre el si y el no
Entre el debo y quiero
Entre el sigue y el detente
Y yo dispersa
en la  algarabía  de otros rostros
nunca te vi.

No fueron una,
ni dos, ni tres,
sino mil veces,
las que te atravesaste entre las páginas de los libros que viaje.
Pero siempre muda
invisible,
ausente,
pasaste frente a  la sed de mi conocimiento.

Alguna  vez,
te atreviste a llamarme entre la multitud
reclamandome un abrazo,
pero las bocinas de los autos no me permitieron escucharte.
Sin embargo creí verte,
Soñé verte …

Tampoco ese fue el tiempo

No nos correspondía aún ese abrazo.

Tuve que caminar treinta años
 para por fin encontrarte
deslizarme por los mares de tus trazos
gruesos y brillantes.
Entonces reconocí mis gritos, mis renuncias y mis miedos
en los rasgos negros y pesados de tus personajes.
Mi pasión  colombiana   
Asustada por las balas,
por tanta mezcla de rojos.

Me reconocí en el  latido de un corazón afligidopor el movimiento
de una bandera tricolor cargada por esqueletos.
Encontré  algo de mi soledad en tu soledad
y en esa manera inocente de combatirla
con colores y formas
dibujando  una pista de aterrizaje para los sueños.


Desde entonces
Ando  desprevenida
No espero nada
Para que todo pase. 









Fátima

Valiente Fátima
Fátima de estrellas y de duelos
Mientras tú crecías danzándole  a  Alá
Yo trataba de ordenar una serie de milagros
y costumbres
y  oraciones
Y estigmas
Material del  Jesús en el que me correspondía creer
sin embargo eso no fue impedimento
para descubrir
y descubrirnos
en otros dioses
peregrinar  otras creencias.

Una  corriente de fantasía
inevitablemente  unió un día nuestros vuelos
De tu rostro sólo recuerdo tus ojos
Quienes me revelaron los misterios de tu pueblo
El deseo  de las mujeres de tu casa
Por atravesar  muros y escalar montañas.

Tuve miedo de visitar esos patios de los que me hablaste
Pues mi infancia no tuvo budud  que controlará mis juegos
Ni Amed que custodiara mis puertas
Envidie las historias de una tía
Dueña  de  palabras mágicas
Las visitas escasas  al cine
La fuerza de una madre que se resistía a convertirse en estatua
Esas ventanas prodigiosas que se abrían
Cada vez que te reunías con los  tuyos
 a escuchar las mil y una noches.

A mi me tocó  ser lector y publico a la vez
Dibujar sobre la imaginación para la imaginación
Preguntar y esperar respuestas
Fátima de alas
Fátima de lunas
Aferradas a nuestros sueños
Seguimos viajando
Desde puntos lejanos
construyendo una cometa con nuestros recuerdos
Para colgarnos de su cola
Y  huir de los muros que a veces se levantan
En nuestro pensamiento.

Fátima de luchas
Algunas veces me cansó
Quiero detenerme
¿Te pasa lo mismo verdad?
Algunas veces no queremos amar
Sino que nos amen
No queremos volar
Sino  quedarnos tendidos en un prado fresco
Respirando lento
Esperando que la noche
Tienda sus sorpesas sobre nuestro lecho.





Edith:

Para algunos,
quizás tan sólo fuiste la huella de una huérfana borracha
pidiendo cunchos de atención en las calles de París.
Desequilibrio confundiéndose en el humo de cafetines baratos.
Una silueta lánguida
que parecía romperse con cada portazo de la vida.

Alma en pena sacudida por el llanto de la muerte de un hijo
y la despedida de un amor tras otro.
Nido de tristezas desasiéndose  bajo la lluvia
Para algunos,
quizás FUISTE,
pero para otros: ERES.

Eres esa voz que engendra la belleza genuina de la nostalgia.
La fuerza de un corazón de mujer
 que encontró en el canto la resurrección.
Un día  eterno de juerga
que halló descanso en los aplausos del Olympia.

Esa amiga excesiva que deseamos cargar en el hombro
Ese nombre que nos recuerda
que no hay mejor tumba
que la que nos encuentra despiertos y ocupados
persiguiendo el arte que elegimos
y que un bello epitafio tallado en una lapida 
visitada  por  turistas
no significada nada
si nuestra obra nunca alcanzó a decir nada
si nuestra vida no alcanzó a abrazar  nada.


Diana Carolina Daza Astudillo.