HUELLAS DE CAFÉ EN EL JARDÍN
Minicuentos
para saborear.
Las ideas son hijas de otras ideas y en nuestra nueva
edición de las libretas libro una vez más, queda demostrada esta sentencia.
2008:
El consorcio LA LUPE es uno de los treinta ganadores de la convocatoria:
Bogotá, un libro abierto, en el marco de Bogotá Capital mundial del libro, con
el proyecto: “Laboratorio editorial, futuras escritoras”. Entre más
de 200 propuestas, 24 jóvenes creadoras
Bogotanas fueron las elegidas para participar.
Comprometidas, asistieron a las sesiones del laboratorio
para compartir sus ideas. Como resultado del proceso se editó el libro: YO SOY ESCRITORA de distribución
gratuita, que reúne 24 cuentos con
distintas voces e intensidades. Producto,
que en palabras de Catalina Vargas, una
de su coordinadoras: paradójicamente, más que un punto de llegada, fue un punto de partida.
Y tenía razón. Como es de
esperarse, de algunos encuentros de este
tipo no sólo queda la producción de textos, sino la camaradería que nace al compartir el gusto y la responsabilidad frente a la creación
literaria por parte de sus asistentes.
¿Qué entre mujeres sólo se tejen sentimientos de envidia? ¿Competencia
desleal? ¿Qué las unas a las otras sólo podemos generar relaciones superficiales de desconfianza? Quizás las
encuestas tengan en parte razón, pero
generalizar no es algo recomendable. En el mundo existe la diferencia y
aunque en minorías (como está demostrado) todo concepto siempre tiene un punto de oposición. Así que mientras
algunas mujeres ponen de su parte para seguir alimentando esta idea (Idea que cada vez más fortalece un colectivo social pasado de moda), otras de
manera desprevenida, llevadas por sus pasiones, se reúnen para formar colectivos productivos y
creativos. Este será siempre el tipo de encuentros que nos competen, pues en cambio de
destruir, construyen.
El taller término con éxito, el
libro se imprimió. Pero la creación continuó y los encuentros se siguieron dando. Motivadas
por los resultados de la experiencia y tratando de mantener un espacio donde
compartir sus creaciones, buscando siempre aportarse desde la escritura y para ella, ocho de veinticuatro
de las integrantes al laboratorio decidieron continuar.
Es así como coincido con ellas en el café - arte “la
lupita”. Cuyo nombre nace precisamente en honor al colectivo y que en los
últimos días, sirve como escenario para sus encuentros de creación y critica. ¿Por
qué Lupitas? No existe ninguna relación con la cantante ni mucho menos con la
virgen. Simplemente “Lupitas” para ser una extensión simbólica del proyecto que
las unió: el consorcio LA LUPE.
Diciembre de 2011:
Por invitación de una de las
chicas del grupo, asisto a la inauguración de un café en la calle setenta con
carrera once. Primera impresión: Un
jardín con un árbol de ¿limones o
brevas? Jaulas con pájaros fantasmas y un cielo despejado expuesto a los cambios rabiosos o amables del clima de Bogotá.
Reacción: Me enamoro por completo
del espacio. Conozco a las demás chicas del colectivo, de quienes tenía
referencia por sus textos en la
publicación y por tímidos comentarios de
mi amiga y también integrante, Sonia Ramón.
Conclusión: El abrazo inesperado y caluroso de un jardín extraño, el nacimiento de un nuevo
espacio abierto al arte, mujeres
creativas, comprometidas con la responsabilidad y el abismo que ofrece la
escritura. Todo estaba dispuesto. ¿Cómo negarse entonces a plasmar sus ideas en una de las libretas libro?
Entonces nace: “Huellas de café en el jardín” una antología de minicuentos,
algunos vestidos de versos, producto de
la creación y el trabajo de este colectivo,
exclusivamente para nuestro sello.
El lector encontrará en esta libreta libro dos opciones de portada,
cada una con ocho minicuentos que ocultan ocho rostros de mujer, seguidos de
cien hojas en blanco que buscan incitarlo a escribir sus propias historias de
café, en un café, con el café, tomando
café, pensando en café o en lo que le venga a la pluma y bien lo quiera dejar
al cuidado de una libreta, un objeto que a final de cuentas, se convierte en
algo tan personal, como nuestros propios
y más secretos deseos.
Desde ahora, quienes quieran acercarse al trabajo de las “lupitas” podrán buscar su libreta libro en el café –
arte La Lupita / Calle 70 No. 10 A – 25 para emprender un viaje por líneas
llenas de café y sobretodo mucho
instinto y misterio de mujer.
En esta edición de las libreta
libro quedan las huellas de las lupitas
en un fragmento de sus vidas, ideas que fueron producto de otras ideas y que aterrizaron
en esta ocasión, en un jardín de la calle setenta en Bogotá.
Que sea un motivo para invitarlos (a) a crear colectivos, grupos,
encuentros que le aporten a la ciudad, al país, a la humanidad desde el arte. Además
de servir de abrebocas para los próximos títulos de Piedra de Toque que este
año, vienen cargados de la fuerza y la música de las nuevas voces
femeninas.
Diana Carolina Daza Astudillo
Directora Piedra de Toque -
Poesía Ambulante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario